11 de mayo de 2011

Anti Apología de la Soledad

Vivir sola es un mundo propio, con decisiones unilaterales que cambian por motus solo propio.
Es un mundo inmenso, donde entran todos mis gustos, todos mis pensamientos y todas mis soledades.
Un mundo de muebles rojos y negros;  con espejo de cuerpo entero, y un sillón para dos.
Colmado del propio silencio de la nada misma y la música que me hace compañía.
Aroma a sahumerios, y hornitos con esencias que cambian de acuerdo a las estaciones y se entremezclan.
En mi mundo no se usa el horno,  y muy poco la cocina, pero se gasta el sillón de mirar películas.
Hay una heladera de anoréxica, vacía de tentaciones pero  llena de mentiras.
Algún que otro chocolate escondido y reprimido, para los momentos de debilidad y un champagne por si hay que festejar.
Ropa ordenada en la comodidad de un placar que forma otro mundo paralelo que no se comparte.
Cama de dos plazas para un cuerpo que se desparrama egoístamente en toda la superficie.
No hay horarios para el desayuno ni para la cena; ni para llegar, ni para dormir.
No hay que reprimir los ruidos molestos de mi musica, ni de mi canto,  a no ser que molesten a algún vecino molesto.
Es una experiencia que merece ser vivida, pero no quiero  vivir la vida anclada en esa experiencia.
Porque hay veces que me doy cuenta que  quisiera que ese mundo inmenso se reduzca a uno mucho mas pequeño en el  quepamos dos.
Porque muchas veces fantaseo con que una noche mi cama quede chica y alguien me destape sin querer;
Porque a veces quiero  preparar una cena con velas para dos;
Porque hay días que quiero que alguien ponga la llave en la cerradura y llegue en vez de partir;
Porque hay veces que imagino como seria tener la heladera repleta de porquerías y verdades;
Porque hay días que quisiera tener  la biblioteca rallada por las llaves que  alguien deja al entrar después de un largo día de trabajo;
Porque cuando tengo fiebre, aunque odio el té, quisiera que alguien me lo alcance a la cama;
Porque quiero que alguien cada tanto rompa el silencio que me invade cada atardecer  y me  pregunte “¿como te fue hoy?”…
Alguien que me cambie de canal la televisión;
Alguien que me recuerde que se vence la boleta de luz;
Alguien que baje la valija de la parte del placar que no llego;
Alguien que me despierte cuando me quede dormida;
Alguien que me compre facturas los domingos y que vuelva para desayunar en la cama conmigo;
Alguien que me regale una flor, aunque no tenga florero…
No me quejo de mi mundo, pero más de una vez cambiaría el silencio por el sonido de tus risas, el espacio de mi placar por el amontonamiento con tus camisas y mi cama de dos plazas para dormir apretujada en tus brazos.
No me quejo de mi mundo, pero cada vez mas seguido, lo quiero completar  con vos.



5 comentarios:

Daniel Shields dijo...

Interesante post, y muy buen "about me".
Saludos

Mariposa dijo...

Gracias Daniel, por pasar y por el comentario! El about me es lo que mas cuesta ;)

Mariana dijo...

Muy lindo! Me encanta tu estilo y forma de escribir! Nos estamos leyendo :)

Mariposa dijo...

Gracias Mariana! Recién lei el tuyo! Nos seguimos leyendo! ;)

Anónimo dijo...

Sòs una genia!! màs identificada no me pude sentir me encanto!!! gracias por compartirlo aveces muchos sentimos lo mismo y no tenemos facilidad para expresarlo de tan bella manera!! mil gracias!!
Yael