Me cuesta a veces traspasar la muralla que pones para descubrir lo que no pensás ni siquiera vos.
Sé de tu memoria frágil, de tus anotaciones en la billetera…
Se de tu ceguera sin lentes, de tu falta de ubicación sin el GPS…
Sé de tu Buda… y algo de tu su filosofía…
Sé que sos un peleador nato, de humor por momentos ácido…
Sé de algunos de tus tropiezos, aunque todavía no me hayas regalado ninguno en vivo y directo…
Sé que confías en que el universo proveerá y no en mi arte culinario…
Sé que tenés muchos recitales vividos, y nada de baile…
Sé que coleccionas rocas sólidas y que tal vez formes parte de la colección…
Sé que intentás ser naturista, pero te pueden algunas chatarras…
Sé que te falta el apéndice, pero te sobran risas…
Sé que tenés unas pestañas hermosas y un perfil perfecto…
Sé de tu pasión por la música, y tu amor por Carolina y eso me hace creer que sos sensible aunque lo quieras disimular…
Sé que te olvidas el día de cumpleaños de tu mamá, y el celular en el auto…
Sé que consideras que no hay que aferrarse a nada, y hasta ahora demostraste tener el concepto bastante incorporado…
Sé que sos de las personas que le abren la puerta a una mujer con carrito de bebé…
Sé que sos tímido, y pasas por asqueroso y antipático…
Se que para entrar en confianza, las agujas del reloj tienen que dar unas cuantas vueltas completas…
Sé que no te gusta la manteca, salvo en las tostadas…
Sé que pedís helado de chocolate y vainilla, y que te parece un asco el sambayón…
Sé que con el tiempo aprendiste a tomar cerveza, pero siempre es mejor un Bayles…
Sé que el tiempo no te corre, ni te alcanza…
Sé que te gusta viajar y no pensar en el futuro…
No sé si es mucho o poco lo que sé, o lo que prejuiciosamente creo saber de vos…
Todavía no estoy preparada para las conjeturas, ni quiero suponer…
No estoy segura de cuanto sabes de mí…
Lo que si sé, es que puedo seguir recordándotelo hasta que me digas que querés olvidar otra vez.
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